La estrategia sobre

Normatividad Comunitaria: Nuestros Acuerdos para Proteger lo Propio

Para que nuestra riqueza natural y cultural perdure, es fundamental establecer acuerdos claros que nazcan desde el corazón de la comunidad. Esta estrategia se enfoca en crear criterios propios para la protección de las especies vegetales y semillas que forman la base de nuestra alimentación y tradiciones. No se trata de reglas impuestas, sino de un pacto colectivo para cuidar y gestionar de manera responsable los recursos que nos dan sustento e identidad.

La base de esta normatividad es la participación equitativa. Por ello, se impulsará la creación de comités donde la voz y el tiempo de las mujeres y grupos vulnerables sean respetados y valorados, estableciendo horarios adecuados para su integración. A través de programas de capacitación técnica diseñados específicamente para mujeres y jóvenes voluntarios, fortaleceremos el capital humano y aseguraremos que el conocimiento para la vigilancia y el manejo sostenible se arraigue en la comunidad.

El resultado será un marco de actuación claro, con reglamentos y procedimientos diseñados por y para la comunidad, que guiarán la vigilancia y el cuidado de nuestros cultivos. Este esfuerzo se complementará con la creación de bancos de semillas, que funcionarán como una reserva de vida y un centro para el intercambio, garantizando la renovación y diversidad de nuestros cultivos básicos para las generaciones venideras.

  • Acciones a impulsar

  • Integrar un comité de participación comunitaria, estableciendo horarios adecuados para mujeres y grupos vulnerables.
  • Desarrollar programas de capacitación técnica dirigidos a mujeres y jóvenes voluntarios.
  • Elaborar un reglamento de vigilancia y mantener un banco de semillas para el resguardo e intercambio de cultivos básicos.
  • Resultados esperados

  • Decisiones comunitarias que reflejan las necesidades de todos, con una participación activa y reconocida de las mujeres en la gestión de los recursos.
  • Voluntarios con capacidades técnicas fortalecidas para participar en tareas de conservación, monitoreo y manejo sostenible.
  • Un marco normativo claro que guía el aprovechamiento de los recursos y una reserva de semillas que asegura la diversidad de cultivos para el futuro.